Tomar buenas decisiones es la clave para el éxito, pero para tomar buenas decisiones necesitas experiencia. ¿Cómo obtienes experiencia? Tomando decisiones equivocadas. El peor error que comete una persona es tener miedo a equivocarse. El segundo peor error que comete una persona es no admitir que se equivocó.
Si cometes un error, no tengas miedo de admitirlo. La mayoría de las personas respetan a quienes asumen la responsabilidad por sus errores. Te irá mejor admitiendo tus errores, que invirtiendo mucha más energía tratando de evitar el tema. Todos cometemos errores, y si te tomas el tiempo de aprender qué fue lo que hiciste mal, será menos probable que cometas el mismo error otra vez.
Sé responsable. A nadie le gusta relacionarse con alguien que se pasa la vida poniendo excusas. Si no asumes la responsabilidad por los errores que cometes, perderás la amistad y el respeto de las personas que te rodean.
Como dijo Winston Churchill: “Si tomas la actitud de defender tus errores, no habrá esperanza para mejorar”.
Evita perder el tiempo pretendiendo que aún tienes planes de triunfar cuando tus planes se estén desmoronando a tu alrededor. Tienes que ser muy consciente de dónde pondrás tus recursos, y tener la cabeza fría para cancelar proyectos y metas que no estén funcionando. Incluso los genios cometen errores: Thomas Edison gastó más de dos millones de dólares en el desarrollo de un invento que terminó siendo inútil.
Además, evita minimizar los resultados negativos. Algunas personas tratan de actuar como si sus fracasos no fueran importantes. No pierdas la esperanza o abandones tus esfuerzos, pero evita dejar de expresar tus sentimientos a ti mismo y a otras personas.
Los Errores Pueden Ser Los Cimientos Del Éxito O De Tu Fracaso, La Decisión Es Tuya.
Cuando cometas un error, admítelo y sigue adelante. Reprocharte tus errores en público o en privado no te hace ningún bien. Necesitas mantener tu enfoque y no distraerte con las cosas que salieron mal, pero sobre todo, no culpes a otras personas por tus errores. Enfócate en resolver los problemas, no en encontrar a alguien a quien culpar. Lo mejor que puedes hacer luego de cometer un error es analizar qué fue lo que hiciste mal y qué puedes aprender de esa situación. Cuando tomes este enfoque, la gente a tu alrededor se sentirá alentada a aprender a evaluar su rendimiento de manera objetiva.
Recuerda el viejo proverbio: Tropezar no es caer, y caer no significa fracasar. Lo más importante es que el fracaso no es definitivo.
Cristobal Colón cometió la madre de todos los errores. Cuando se embarcó en su primer viaje trasatlántico, anunció que se dirigiría hacia el oeste para llegar al este. Tuvo muchos detractores, pero se rehusó a ser disuadido.
Otros exploradores llegaron antes que él a Norte América, pero quizá el mayor error de Colón fue que nunca admitió que llegó a un continente previamente desconocido para los europeos, en lugar de llegar a las Indias del Este que es a donde se dirigió en primer lugar. Colón siempre insistió en que las tierras que visitó durante esos viajes fueron parte del continente asiático. A pesar de la controversia, el error de Colón cambió el curso de la historia occidental.
Tus errores probablemente no tendrán esa clase de impacto. Mantén tus errores en perspectiva para que puedas reaccionar adecuadamente ante ellos.
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